Maribel Guardia, una actriz y cantante costarricense, ha compartido recientemente reflexiones sobre su vida, sus tradiciones familiares, y su proceso de duelo tras la pérdida de su hijo Julián.
En una entrevista emotiva, Maribel habló sobre cómo organiza su vida entre el trabajo, su familia, y el tiempo dedicado a su nieto, quien ha sido una fuente de alegría y fortaleza para ella en estos momentos difíciles.
Maribel comentó su participación en proyectos como la obra teatral *Lagunilla, mi barrio*, destacando el éxito continuo de esta producción.
Aunque ha recibido otras ofertas de trabajo, ha decidido mantenerse en este proyecto porque le permite mantener un equilibrio entre su carrera y su vida familiar. Su nieto, a quien describe como un niño con un gran sentido del humor, ocupa un lugar central en su vida.
Durante la entrevista, Maribel recordó las tradiciones que compartía con su hijo, especialmente la celebración del Día de los Muertos. Julián tenía un profundo respeto por esta tradición mexicana y cada año creaba un altar para su padre, Joan Sebastián.
Este año, Maribel ha decidido honrar a su hijo colocando un altar con objetos significativos, como un sombrero negro que pertenecía a Julián y que encontró después de un año de búsqueda mientras rezaba el rosario.
Este sombrero, junto con una chaqueta especial, representa para ella un símbolo de la conexión espiritual que aún mantiene con su hijo.
En cuanto a las pertenencias de Julián y Joan, Maribel ha tomado la decisión de donar muchas de ellas al museo dedicado a Joan Sebastián, asegurándose de que estas piezas sean preservadas para futuras generaciones.
Aunque le resultó difícil desprenderse de estos objetos cargados de recuerdos, lo hizo con la convicción de que el legado de su familia perdurará a través de este museo.
A pesar de esto, Maribel ha guardado algunas piezas personales que considera irremplazables y que planea conservar hasta el final de su vida.
Sobre la vida de Imelda, viuda de Julián y madre de su nieto, Maribel expresó su respeto por las decisiones personales de Imelda, deseándole fortaleza y el acompañamiento de Dios en su camino.
Esta actitud refleja la filosofía de Maribel de no intervenir en la vida de los demás, permitiendo que cada uno encuentre su propio equilibrio y sentido tras la pérdida.
Maribel también reflexionó sobre cómo ha encontrado consuelo en las pequeñas acciones cotidianas y en la posibilidad de compartir recuerdos con personas cercanas.
Por ejemplo, mencionó que ha regalado algunas de las prendas de Julián a amigos y colaboradores que compartieron momentos significativos con él, como una muestra de cariño y de mantener viva su memoria.
A lo largo de la entrevista, Maribel destacó la importancia de mantener una actitud positiva y agradecida frente a las adversidades. Para ella, el trabajo y su familia son pilares fundamentales que le han permitido seguir adelante.
Su marido, a quien describe como su mayor apoyo, también juega un papel crucial en este proceso, siendo una fuente constante de amor y comprensión.
En el futuro, Maribel espera seguir disfrutando de su tiempo con su nieto, alentándolo a vivir plenamente su infancia antes de decidir si desea seguir una carrera artística, un camino que, según ella, apoyará si esa es su elección.
Esta visión refleja el deseo de Maribel de permitir que su nieto construya su propia identidad y disfrute de la vida a su propio ritmo.
En resumen, la historia de Maribel Guardia es un testimonio de resiliencia, amor y la capacidad de transformar el dolor en fuerza.
A través de su compromiso con el trabajo, su familia y las tradiciones que valoraba su hijo, ha encontrado formas de mantener vivo su legado mientras avanza en su propio camino de sanación.
Esta mezcla de fortaleza, fe y amor ha inspirado a muchos, mostrando que incluso en los momentos más oscuros, es posible encontrar luz y significado.