Yanina Latorre, una de las figuras más mediáticas de la televisión argentina, no deja de ser el centro de atención con sus explosivas declaraciones, su carácter fuerte y su honestidad brutal.

En una reciente emisión televisiva, la panelista volvió a estar en el foco de las discusiones al hablar sobre temas controvertidos y también sobre su relación con su esposo, Diego Latorre, con quien ha atravesado altos y bajos durante más de tres décadas juntos.

Durante la charla, Yanina abordó de manera directa las tensiones que vive en su matrimonio, un tema que no es nuevo para los seguidores de la pareja. “Lo tengo bloqueado en WhatsApp desde hace dos días. Honestamente, me olvidé de desbloquearlo.

Ni siquiera en su cumpleaños lo desbloqueé porque me reprochó algo y después simplemente me olvidé”, confesó entre risas, dejando entrever la forma espontánea en que maneja los conflictos cotidianos.

Esta anécdota no pasó desapercibida, y sus compañeros en el programa no tardaron en reaccionar con humor y sorpresa.

Según Yanina, las discusiones con Diego suelen surgir por pequeñas cuestiones de la vida diaria, pero también hay momentos en los que la intensidad aumenta.

“A veces nos puteamos por WhatsApp. Él me manda audios larguísimos, yo respondo con mensajes igual de intensos, y así seguimos. Pero llega un momento en el que siento que no me hace bien a la salud y prefiero desconectar”, explicó.

A pesar de esto, la panelista destacó que ambos logran mantener sus compromisos profesionales sin importar los problemas personales. “El lunes vuelve a la radio. Yo puedo estar peleada con él, pero mi trabajo lo cumplo. Y espero que él haga lo mismo, porque es un profesional.”

Yanina también compartió detalles de su rutina diaria, que, según ella, está marcada por la individualidad y los horarios diferentes.

“Cuando llego a casa, él ya está arriba descansando. Yo como sola, una lata de atún todos los días, un huevo duro y unos tomatitos cherry.

Es medio triste, pero es nuestra realidad”, comentó entre carcajadas. Aunque estas escenas podrían parecer un retrato de distancia en la pareja, Yanina también mencionó que disfrutan de momentos especiales juntos, como las cenas con amigos o las charlas espontáneas que terminan fortaleciendo su vínculo.

A lo largo de la entrevista, Yanina reflexionó sobre los cambios que han vivido como pareja y cómo han logrado superar las adversidades. “Llevamos 30 años juntos.

Hemos pasado por todo tipo de situaciones. Hay días en que nos agarramos de la mano y estamos bien, y otros días en que nos matamos a mensajes de texto. Pero al final del día, siempre encontramos la manera de reconciliarnos”, confesó.

Sin embargo, no negó que en ocasiones las peleas generan dudas sobre el futuro de la relación: “A veces pienso, ¿esto es una crisis o simplemente una pelea más? Pero luego recuerdo que hemos pasado por cosas peores y siempre hemos salido adelante.”

La panelista también abordó la intensidad con la que ambos enfrentan las discusiones, destacando que tanto ella como Diego tienen personalidades fuertes. “Yo soy de ir a 200 kilómetros por hora en una pelea. Él, en cambio, tiende a duplicar la intensidad.

Es como si ninguno de los dos supiera cuándo parar. Pero con el tiempo hemos aprendido a manejarlo”, explicó. A pesar de las tensiones, Yanina aseguró que siempre han encontrado maneras de reconstruir su relación y seguir adelante.

Uno de los momentos más destacados de la conversación fue cuando Yanina habló sobre cómo maneja las críticas y los prejuicios de la gente. “Siempre hay alguien que me dice cómo debería manejar mi matrimonio o que me critica por hablar de mi vida privada.

Pero yo no tengo problemas en mostrarme vulnerable porque creo que compartir estas experiencias puede ayudar a otros a sentirse identificados. No soy perfecta, y nuestra relación tampoco lo es. Pero creo que eso es lo que nos hace reales.”

Yanina también se refirió a las diferencias generacionales en cuanto a cómo se perciben las relaciones de pareja. “Hoy en día todo el mundo habla de deconstrucción, de nuevas formas de relacionarse, y me parece genial.

Pero también hay que entender que cada pareja es un mundo y que lo que funciona para unos puede no funcionar para otros. Diego y yo tenemos nuestra forma de ser, y aunque a veces no sea la más convencional, es lo que nos funciona.”

La charla también derivó en temas relacionados con la televisión y el impacto que tiene ser una figura pública en la vida personal.

Yanina destacó que muchas veces se siente juzgada por exponer su intimidad, pero también reconoce que esto forma parte de su personalidad y de su estilo como panelista. “No tengo filtros, y eso a veces juega en mi contra.

Pero también es lo que me hace ser quien soy. La gente sabe que conmigo no hay dobles caras. Lo que ves es lo que hay”, afirmó con determinación.

Hacia el final de la entrevista, Yanina reflexionó sobre el amor y el compromiso, resaltando los momentos de cariño y complicidad que comparten pese a las peleas. “A pesar de todo, hay días en que nos miramos y sabemos que, pase lo que pase, siempre estaremos el uno para el otro.

Es un amor que ha sobrevivido a las tormentas, y eso es algo que valoro profundamente”, concluyó.

El impacto de las declaraciones de Yanina no tardó en generar reacciones en las redes sociales, donde los usuarios expresaron opiniones divididas.

Mientras algunos aplaudieron su sinceridad y valentía para hablar sin tapujos sobre temas delicados, otros cuestionaron su estilo directo y su tendencia a exponer demasiado su vida privada.

Sin embargo, lo que es innegable es que Yanina Latorre sigue siendo una de las figuras más relevantes y controvertidas de la televisión argentina, capaz de transformar cualquier situación en un tema de debate público.

En definitiva, la historia de Yanina y Diego es un recordatorio de que las relaciones de pareja son complejas y están llenas de matices. No existen soluciones mágicas ni recetas universales para mantener un matrimonio.

Cada pareja encuentra su propio camino, enfrentando los desafíos y celebrando los momentos felices. Y en el caso de Yanina y Diego, ese camino ha sido todo menos aburrido. Su historia continúa siendo un testimonio de resiliencia, pasión y, sobre todo, autenticidad.