Romano, quien durante décadas fue el encargado de diseñar los looks de la diva, no dudó en criticar tanto las elecciones estilísticas actuales de Susana como las habilidades de su joven reemplazo, generando un revuelo que rápidamente captó la atención de los seguidores de la farándula.
En una entrevista reciente, Romano habló sobre la importancia de adaptar los estilos a la edad y las características de cada persona, dejando entrever su descontento con las decisiones que Susana ha tomado respecto a su imagen personal desde que dejó de trabajar con él.
Uno de los puntos más polémicos de la entrevista fue su comentario sobre el cabello de Susana, al que describió como “fideos colgando”.
Según Romano, el largo del cabello de Susana ya no es adecuado para su edad y no tiene el movimiento natural que debería tener un buen peinado.
“El pelo, cuando se coloca de esa manera, pierde su naturalidad y termina pareciendo algo sin vida”, afirmó el estilista, quien además explicó con detalle técnico cómo el cabello necesita tiempo y cuidado para crecer de manera uniforme y mantener un aspecto saludable.
Según él, el cabello de Susana ya no tiene el dinamismo que solía tener cuando estaba bajo su cuidado, y culpó directamente al joven estilista que actualmente trabaja con la diva.
Para Romano, el problema no solo radica en la longitud del cabello, sino en la falta de innovación en los estilos que Susana ha adoptado en los últimos años.
“Ella sigue con el mismo look que yo le hice hace mucho tiempo, pero no se ha adaptado a los cambios que vienen con la edad”, comentó.
Esta observación es consistente con su filosofía de trabajo, que siempre ha destacado por adaptar los peinados a las etapas de la vida y la evolución de las tendencias.
Según él, un estilista profesional debe saber cómo guiar a sus clientes para que luzcan lo mejor posible en cada etapa de sus vidas, y en este caso, siente que Susana no está recibiendo ese asesoramiento adecuado.
Romano también aprovechó la oportunidad para criticar a la nueva generación de estilistas, a quienes acusó de no tener el conocimiento ni la experiencia necesaria para manejar el cabello de figuras icónicas como Susana Giménez.
“Hoy en día, cualquiera dice que es un gran estilista, pero no tienen la trayectoria ni el entendimiento del cabello que teníamos antes”, declaró con firmeza.
Según Romano, muchos de los nuevos profesionales del rubro se concentran más en imitar estilos que en crear looks originales y personalizados, algo que, en su opinión, está afectando la calidad del trabajo en la industria.
El vínculo entre Miguel Romano y Susana Giménez fue, durante años, una de las colaboraciones más exitosas y comentadas en el mundo del espectáculo argentino.
Romano no solo fue su peluquero, sino también un confidente y un amigo cercano que entendía a la perfección qué estilo funcionaba mejor para la personalidad y la figura de Susana.
Su capacidad para reinventar su look en cada etapa de su carrera contribuyó significativamente a consolidar la imagen icónica de la diva.
Por esta razón, las declaraciones de Romano tienen un peso especial, ya que provienen de alguien que conoce profundamente la estética y el impacto visual de Susana.
Sin embargo, su relación laboral terminó hace algunos años, cuando Susana decidió trabajar con un estilista más joven, lo que provocó cierta distancia entre ellos.
Aunque Romano ha declarado en varias ocasiones que no guarda rencor hacia Susana, sus recientes comentarios sugieren que aún siente cierta incomodidad con la decisión de la diva de reemplazarlo.
“Ella cambió por un peinador que es más joven, pero él hace lo mismo que yo hacía antes. No hay innovación, no hay creatividad”, afirmó Romano, dejando entrever su frustración por lo que considera una falta de evolución en los estilos actuales de Susana.
Más allá de las críticas, Romano también compartió su visión sobre cómo debería manejarse la imagen de una figura pública de la magnitud de Susana Giménez.
Según él, la clave está en encontrar un equilibrio entre la modernidad y la elegancia clásica, algo que, en su opinión, se ha perdido en los últimos años.
Para Romano, el cabello es una parte fundamental de la identidad de una persona, especialmente en el caso de una estrella como Susana, cuya imagen ha sido un pilar de su carrera.
Por esta razón, siente que es fundamental que los estilistas trabajen con cuidado y dedicación para mantener la esencia de sus clientes mientras los ayudan a adaptarse a los cambios que vienen con el tiempo.
A pesar de la controversia generada por sus declaraciones, Romano sigue siendo una figura respetada en el mundo de la peluquería y la moda.
Su legado como estilista de grandes estrellas lo ha convertido en una autoridad en el tema, y sus opiniones, aunque a veces duras, suelen ser tomadas en cuenta por quienes valoran su experiencia y su trayectoria.
Sin embargo, también es cierto que sus comentarios sobre Susana han generado divisiones entre los seguidores de la diva, algunos de los cuales consideran que las críticas de Romano son innecesarias y reflejan más una cuestión personal que una valoración profesional.
Por otro lado, Susana Giménez no ha respondido públicamente a las declaraciones de Romano, manteniendo su característico hermetismo cuando se trata de polémicas relacionadas con su vida personal o profesional.
Sin embargo, sus acciones parecen hablar por sí solas, ya que sigue trabajando con su nuevo estilista y manteniendo el look que ha elegido en los últimos años.
Esto sugiere que, a pesar de las críticas, Susana está satisfecha con su imagen actual y no siente la necesidad de realizar cambios drásticos en su estilo.
En última instancia, la controversia entre Miguel Romano y Susana Giménez refleja no solo las tensiones que pueden surgir en las relaciones laborales de larga duración, sino también las diferencias de perspectiva entre generaciones en el mundo de la moda y la estética.
Mientras Romano defiende un enfoque más tradicional y adaptado a las etapas de la vida, Susana parece estar más interesada en mantener su estilo característico, sin importar las opiniones externas.
Esta dualidad es un recordatorio de que la belleza y la moda son, en última instancia, cuestiones subjetivas, y que cada persona tiene el derecho de decidir cómo quiere presentarse al mundo.
A pesar de las críticas, es innegable que Susana Giménez sigue siendo una de las figuras más emblemáticas de Argentina, y su imagen, tal como es, continúa siendo admirada por millones de personas.
Miguel Romano, por su parte, sigue siendo una voz influyente en el mundo de la peluquería, y sus opiniones, aunque controversiales, demuestran su pasión por el oficio y su compromiso con la excelencia.
Ambos, a su manera, han dejado una marca imborrable en la cultura argentina, y su legado continuará siendo recordado por generaciones.
La discusión sobre el cabello de Susana puede parecer superficial, pero en el fondo, refleja cuestiones más profundas sobre el cambio, la evolución y la resistencia a dejar atrás el pasado.