Facundo Bono, el hijo mayor de Martín Demichelis, decidió romper el silencio y compartir su verdad a través de una extensa carta publicada en sus redes sociales.
En un relato cargado de emociones y reflexiones profundas, Facundo habló sobre su identidad, su relación con su madre, su padre biológico y la familia que descubrió con el tiempo.
“Soy el primogénito bastardo de Martín Demichelis”, expresó, dejando claro que esta declaración no era motivo de vergüenza, sino un paso hacia la sanación personal y familiar.
El joven inició su mensaje agradeciendo a Beto, el hombre que lo crió como su padre. “Ha sido el amor más grande que me dio este mundo sin ninguna duda”, escribió.
Reconoció los sacrificios que este hombre hizo por él, destacando que siempre estuvo presente sin dudarlo, enfrentando obstáculos para darle lo mejor.
“No hace falta dedicarle ningún testamento, solo quiero hacer público mi agradecimiento”, subrayó, dejando en claro el lugar especial que ocupa Beto en su corazón.
Sin embargo, Facundo confesó que desde 2012 comenzó a cuestionar su identidad, cuando surgieron rumores en la prensa sobre la existencia de un hijo extramatrimonial de Martín Demichelis.
“Todo comenzó a ponerse gris y por momentos demasiado oscuro”, explicó. Durante años, convivió con una sensación de duda que lo atormentaba, y no fue hasta noviembre de 2019 que su madre finalmente le reveló la verdad.
Esta revelación marcó el inicio de un proceso de sanación, aunque también trajo consigo tormentas emocionales.
En su carta, Facundo reflexionó sobre la relación con su madre, a quien ama profundamente, pero con quien también tuvo conflictos debido a los años de mentiras.
“Cargué con un inconsciente de enojo muy grande por haberme mentido durante tanto tiempo”, confesó.
Recordó cómo solía suplicarle de rodillas que le dijera la verdad, mientras enfrentaba las consecuencias de esa incertidumbre en todos los aspectos de su vida: en su casa, en la escuela, en el deporte y en sus relaciones sociales.
Con la verdad finalmente expuesta, Facundo empezó a construir un vínculo con Martín Demichelis, su padre biológico. Aunque al principio la relación fue a distancia debido a la pandemia, poco a poco lograron establecer una conexión más cercana.
Facundo también tuvo la oportunidad de conocer a sus hermanos por parte de Martín y a Evangelina Anderson, la esposa del exfutbolista.
“Me sorprendió con una calidez realmente genuina”, dijo sobre Evangelina, destacando los gestos amables que tuvo hacia él.
El joven también expresó su entusiasmo por conocer a su hermano menor, Bastián. “Tener un hermanito varón me hacía mucha ilusión, y la verdad es que lo quiero muchísimo”, compartió.
Asimismo, habló con cariño de sus hermanas menores, describiéndolas como dulces y con quienes ha compartido momentos muy lindos.
Facundo aprovechó la ocasión para desmentir rumores que circularon en los medios. Negó que Martín desconociera su existencia o que lo hubiera invitado a vivir con su familia en México. También aclaró que no recibió apoyo económico desde 2012, como se había especulado.
En cambio, narró cómo desde los 11 años trabajó en diferentes oficios para salir adelante: fue albañil, pintor, gasista, electricista, vendedor, mozo, heladero y repartidor, entre otros.
Además de trabajar, Facundo logró equilibrar sus estudios universitarios con su pasión por los tatuajes, un arte al que se dedica actualmente. “Soy un soñador, un luchador, una persona creativa”, se describió, destacando los proyectos artísticos que está desarrollando.
El relato de Facundo también incluye una reflexión sobre el impacto de los medios de comunicación en su vida.
“Odio el periodismo porque no les importa arruinar una familia entera con tal de construir un chisme”, escribió, lamentando cómo algunas publicaciones sensacionalistas han distorsionado su historia.
A pesar de los desafíos, Facundo se mostró agradecido por la relación que ahora tiene con Martín y su familia.
“Hoy en día, nuestra relación está en su mejor momento”, aseguró, dejando claro que prefiere concentrarse en lo positivo y no dejarse afectar por las mentiras o los comentarios malintencionados.
En su mensaje, el joven también hizo una mención especial a las personas que lo apoyaron en su camino, incluyendo a sus amigos y a quienes considera su familia elegida.
“El amor que tenemos es lo que realmente importa”, afirmó, dejando en claro que, más allá de los vínculos biológicos, valora profundamente las relaciones basadas en el cariño y la sinceridad.
Facundo concluyó su carta reflexionando sobre la complejidad de su identidad.
“Ahora tengo una mamá, dos papás, una madrastra, tres hermanos por un lado y tres hermanos por el otro”, expresó con humor, reconociendo que su historia es atípica pero llena de aprendizaje y amor.
La historia de Facundo Bono no solo pone de manifiesto las dificultades que enfrentan quienes descubren una verdad inesperada sobre su origen, sino también el poder del perdón, la resiliencia y la construcción de nuevos lazos familiares.
Su valentía para compartir su experiencia de manera genuina y emotiva es un ejemplo de cómo las heridas del pasado pueden transformarse en oportunidades para crecer y fortalecer relaciones.
Facundo continued to open up about his experiences, reflecting on how his doubts about his true identity began to surface in 2012.
At the time, a news article had circulated suggesting Martín Demichelis might have another son, a rumor that sparked confusion and suspicion for Facundo.
Despite seeking the truth from his mother, she denied the connection, and Martín himself was reportedly unaware of any such possibility.
Facundo admitted that the uncertainty haunted him, and he often found himself questioning everything, feeling disconnected from the reality he was living.
By November 2019, his mother finally revealed the truth, a confession that brought clarity but also stirred up intense emotions.
It was during this time that Facundo began a journey of self-discovery and healing, confronting not only his own identity but also the dynamics within his family.
As he processed this revelation, Martín reached out to him, initiating a relationship through phone calls and virtual communication due to the restrictions of the pandemic.
Facundo spoke fondly of this gradual process of reconciliation, acknowledging that the support he received from Martín’s immediate family made a significant difference.
He highlighted the warm reception from Martín’s wife, Evangelina Anderson, who welcomed him with an open heart despite the complexities of the situation. Her messages and gestures of kindness surprised Facundo, making him feel valued and accepted.
Facundo also expressed deep affection for his siblings, particularly his brother, Bastian. Having grown up surrounded by sisters, the idea of forming a bond with a younger brother filled him with joy. He cherished the moments they shared, describing them as deeply meaningful.
The relationships with his younger sisters, though newer, were equally important to him, and he emphasized the sweetness and innocence they brought into his life.
Looking back, Facundo acknowledged the resilience he had to cultivate to navigate his unconventional path. He detailed the various jobs he took on from a young age, from construction work to painting, and later found fulfillment in artistic pursuits like tattooing.
These experiences, he said, shaped his character and instilled in him a sense of independence.
He firmly denied some of the rumors surrounding his story, including claims that Martín had financially supported him since 2012 or that he had been invited to live with Martín’s family in Mexico.
Facundo clarified that he had worked hard to support himself, juggling jobs and university studies while pursuing his dreams. His resilience, he noted, was not born out of bitterness but a desire to take control of his narrative and live authentically.
Facundo’s open letter was as much about setting the record straight as it was about expressing gratitude to those who had shaped his life.
He spoke highly of his stepfather, Beto, whom he credited with providing unwavering love and support. This relationship, he noted, was instrumental in giving him the stability and encouragement he needed during his formative years.
Despite the challenges he faced, Facundo conveyed a sense of closure and peace in his message. He described the current state of his relationship with Martín as the best it had ever been, emphasizing that their bond had grown stronger over time.
Facundo expressed his disdain for the sensationalism of the media, criticizing its tendency to prioritize gossip over truth.
Ultimately, Facundo’s story is one of resilience, forgiveness, and the pursuit of authenticity. Through his letter, he sought to share his perspective honestly, refusing to let external narratives define him.
His journey serves as a reminder of the complexities of family dynamics and the importance of embracing one’s truth, no matter how difficult the process may be.