Mariana Briski, una destacada actriz, comediante, productora, guionista y directora teatral argentina, dejó una huella indeleble en el mundo del entretenimiento en su país.

Nacida el 14 de septiembre de 1965, Mariana era sobrina del conocido actor, director y dramaturgo Norman Briski, quien la inspiró y acompañó en sus primeros pasos en el arte.

Proveniente de una familia de artistas, Mariana también era nieta del actor Felipe Briski y sobrina tataranieta de las reconocidas artistas Berta y Paulina Singerman, figuras emblemáticas del teatro argentino.

Su talento innato y su carisma la llevaron a brillar en el mundo de la comedia y el teatro, alcanzando una fama sin precedentes gracias a su estilo único y su capacidad de adaptación en diversos géneros.

La carrera de Briski se catapultó a la fama con dos programas televisivos de humor absurdo que se volvieron rápidamente legendarios en Argentina: *De la cabeza* y, posteriormente, *Chachachá*.

Ambos programas, con su característico estilo humorístico, se convirtieron en referentes de la comedia televisiva en los años 90 y permitieron a Briski consolidarse como una de las actrices cómicas más queridas de su generación. Después de estos éxitos, participó en el programa *Magazine For Fai* de Mex Urtizberea, donde su habilidad para el humor y la improvisación la hicieron destacar en cada actuación.

Uno de sus papeles más recordados en la televisión fue el de la doctora Marisol Columpio en el programa *Resumiendo*, producido por los hermanos Korol para Canal 7. Este papel fue solo el inicio de una carrera que la llevaría a convertirse en una figura inolvidable en la industria del entretenimiento.

Además de sus exitosas incursiones en la televisión, Mariana también brilló en el teatro, donde interpretó roles importantes en obras como *Diez minutos para enamorarse*, dirigida por Alberto Ure.

Esta obra le permitió demostrar su capacidad actoral en un género diferente al humor absurdo, logrando así reconocimiento como actriz versátil.

En 1994, se incorporó al elenco de *VideoMatch*, el exitoso programa conducido por Marcelo Tinelli, donde su participación le brindó una mayor popularidad y le permitió acercarse a un público más amplio.

Sus colaboraciones en programas como *Primicias*, *Poné a Francella* y *Maru a la tarde* también contribuyeron a consolidar su estatus en la televisión argentina.

En particular, su papel en *Poné a Francella* fue recordado con cariño, donde interpretaba a la esposa de Arturo (interpretado por Guillermo Francella) y madre de Laurita, siendo una parte esencial de las historias cómicas y entrañables del programa.

En el ámbito de las telenovelas, Mariana formó parte de *Resistiré*, una de las producciones más aclamadas de Argentina.

También participó en *Guinzburg & Kids*, y cuando Florencia Peña se retiró temporalmente de *El show de la tarde*, Mariana la reemplazó, demostrando nuevamente su capacidad para adaptarse a diferentes tipos de programas.

Posteriormente, también ocupó el lugar de Maju Lozano en el programa *RSM* en el canal América 2, donde compartió pantalla con Mariana Fabbiani y el actor Humberto Tortonese, quienes crearon un trío cómico inolvidable.

En este programa, Briski interpretaba al hermano de la conductora en una dinámica que exploraba las relaciones familiares desde una perspectiva humorística y creativa, ganándose la simpatía del público con su particular estilo.

Mariana Briski no solo se limitó a la televisión y el teatro, sino que también tuvo una destacada participación en la radio, colaborando en el programa *Day Tripper* de la emisora Rock & Pop.

Su trabajo en radio le permitió conectar con el público de una forma diferente, demostrando que su talento trascendía las barreras de los formatos tradicionales.

Además, su amor por el teatro la llevó a dirigir cursos de actuación, transmitiendo su experiencia y conocimientos a nuevas generaciones de actores.

En 2006, Mariana formó parte del elenco de la versión de *Chiquititas* de ese año, interpretando a Teresita, un personaje que conquistó a las audiencias más jóvenes y que marcó uno de sus últimos trabajos en la televisión.

Además de sus apariciones en televisión y teatro, Mariana presentó dos espectáculos unipersonales de humor en estilo café concert, donde tuvo la oportunidad de explorar su faceta de comediante y conectar directamente con su audiencia.

Estos unipersonales le permitieron experimentar con diferentes estilos humorísticos y mostrarse en un formato íntimo y directo que cautivó a sus seguidores.

Sin embargo, su vida y carrera fueron truncadas cuando fue diagnosticada con cáncer. A pesar de enfrentar una enfermedad tan difícil, Mariana continuó trabajando y mantuvo su pasión por el arte hasta el final de sus días.

Mariana Briski falleció el 14 de agosto de 2014 a los 48 años. Su partida dejó un vacío en el mundo del espectáculo argentino, pero su legado continúa vivo en el recuerdo de quienes la vieron actuar y de quienes tuvieron la oportunidad de conocerla.

Sus interpretaciones memorables, su espíritu generoso y su contribución a la cultura y el arte en Argentina perduran, dejando un legado que inspira a nuevos artistas.

Mariana fue más que una actriz y comediante; fue una artista apasionada que vivió para hacer reír y emocionar a su público, y cuya carrera se destacó por su versatilidad y dedicación al arte en sus diversas formas.

A lo largo de su vida, Mariana Briski mostró una profunda conexión con sus raíces artísticas y una entrega absoluta a su carrera.

Su humor, sensibilidad y talento la convirtieron en una figura imprescindible del entretenimiento en Argentina, y su pérdida fue profundamente sentida por su familia, amigos, colegas y, sobre todo, por el público que la acompañó durante tantos años.

A pesar de su partida, su influencia y su presencia siguen siendo un referente para aquellos que ven en el arte una forma de vida y de expresión.