Yanina Latorre, una de las figuras más polémicas y mediáticas del espectáculo argentino, ha generado un gran revuelo por sus recientes declaraciones en las que expuso su furia hacia Diego, quien según ella, le chocó el auto y la puso en una situación peligrosa.

Este incidente no solo reveló su enojo, sino también la frustración acumulada de años de conflictos y disputas personales que ha tenido con diversas figuras del medio.

La situación comenzó de manera aparentemente simple, cuando Diego Latorre, exfutbolista y marido de Yanina, se vio involucrado en un accidente de tránsito.

Según su relato, él chocó el auto de ella y el de su hijo, Dieguito. A través de un fervoroso descargo, Yanina no solo mostró su enojo por el hecho en sí, sino también por lo que consideró una actitud negligente y egoísta de Diego. La furia de Yanina no se limitó al accidente, sino que también abordó aspectos personales que la habían estado molestando durante un largo tiempo.

A lo largo de la conversación, Yanina expresó que estaba harta de la situación, de sentir que Diego, a pesar de todo lo que había sucedido en su relación, seguía siendo una persona irresponsable.

En sus palabras, parecía que el hecho de que él no tomara responsabilidad por sus actos y, además, se comportara de manera inconsiderada con su familia, había llegado al límite. “Es un miserable”, afirmó sin dudarlo, refiriéndose a la actitud de Diego tras el choque y otros eventos que había mencionado previamente.

El incidente ocurrió en la Panamericana, una de las rutas más transitadas de Buenos Aires, donde, según el testimonio de Yanina, Diego habría comenzado a perseguirla con su auto de manera agresiva.

La situación se intensificó cuando él, aparentemente molesto, comenzó a tocar la bocina repetidamente mientras circulaba detrás de ella, lo que la hizo sentir incómoda e incluso amenazada.

Esto llevó a que Yanina, en un tono furioso, relatara cómo se había sentido perseguida y acosada por su exmarido, quien, a su juicio, no tenía en cuenta ni su seguridad ni la de su hijo.

La situación se complicó aún más cuando, según Yanina, Diego se bajó del auto y comenzó a gritarle de manera agresiva. Esto ocurrió cuando el auto de Yanina, aparentemente sin una razón clara, fue cerrado por Diego, quien, según ella, no tuvo el mínimo de cortesía para disculparse o siquiera reconocer lo sucedido.

En medio del caos, Yanina relató cómo él miraba su celular, lo que a ella le pareció un acto más de indiferencia hacia lo que realmente estaba ocurriendo.

Uno de los puntos más críticos de su relato fue cuando mencionó que, a pesar de haber tenido una operación reciente, Diego no mostró ni siquiera un mínimo de empatía.

Según Yanina, cuando fue operada, se le realizó un chequeo y todo salió bien, pero ahora, con esta actitud irresponsable y sin pensar en las consecuencias, le hizo recordar lo poco que parecía importarle el bienestar de su familia.

Además, en su descargo, Yanina no dudó en recalcar lo que consideraba una doble moral por parte de Diego. Según ella, él había vendido su auto, no porque lo necesitara, sino porque quería ahorrar en costos como los del seguro y los impuestos relacionados con la patente del vehículo.

Yanina expresó que Diego había tomado la decisión de vender el auto sin consultarlo con ella ni con su hijo, lo que demostró una vez más la falta de compromiso de su parte con las necesidades y prioridades familiares.

El malestar de Yanina no se limitó solo a la venta del auto.

En su relato, mencionó cómo Diego había tomado decisiones en su vida personal sin tener en cuenta a su familia, lo que incluía no solo la venta del vehículo, sino también la contratación de un chofer para trabajar.

Esto generó un gran disgusto en Yanina, quien consideró que Diego estaba haciendo todo lo posible para evitar asumir responsabilidades y enfrentar las consecuencias de sus acciones.

Yanina también dejó en claro que, a pesar de todo, estaba cansada de que Diego tomara decisiones sin consultar a nadie y sin considerar el impacto que sus actos pudieran tener en su familia.

En sus palabras, la situación había llegado a un punto insostenible, donde las actitudes irresponsables de Diego estaban afectando la armonía familiar.

Al respecto, Yanina no escatimó en palabras duras al señalar la “miseria” que veía en sus decisiones, considerando que sus actos eran una forma de eludir responsabilidades y de aprovecharse de la situación.

En medio de su furia, Yanina mencionó que Diego había adquirido un auto nuevo y que, en su opinión, solo lo hacía para “satisfacer sus caprichos personales”.

Ella se mostró especialmente molesta porque, al parecer, él había decidido quedarse con el vehículo, lo que, según ella, solo reflejaba su egoísmo y falta de consideración. Para Yanina, este acto era la prueba más clara de que Diego no pensaba en las necesidades de su familia, sino solo en su propio bienestar.

Finalmente, Yanina cerró su descargo mencionando la “mafia” que, a su juicio, había detrás de la situación. Se refería, por supuesto, a las decisiones tomadas por Diego en cuanto a su vida personal y profesional, pero también a las dinámicas que se habían establecido a lo largo de su relación y que, según ella, habían favorecido siempre a él en detrimento de su familia.

Este comentario reflejó la frustración y el resentimiento que acumulaba frente a lo que consideraba una actitud egoísta y desconsiderada por parte de su exmarido.

En resumen, las palabras de Yanina Latorre mostraron una profunda molestia por el comportamiento de Diego, no solo por el incidente del choque, sino también por la manera en que él había manejado otras situaciones importantes en sus vidas.

Sus declaraciones fueron un reflejo de años de conflicto y tensiones no resueltas, que finalmente salieron a la luz en un momento de gran enojo.

La furia de Yanina no solo fue una reacción al accidente, sino también una manifestación de su cansancio ante las actitudes de Diego, que, según ella, habían sido egoístas y desconsideradas con su familia.