Durante siglos, los miembros de las casas reales se relacionaron entre sí hasta formar unos estrechos lazos que hacen que, a día de hoy, muchos de los royal europeos aún tengan lazos de sangre.
Y aunque esta práctica ya no se lleva a cabo, el resultado sigue estando presente, de ahí que muchas de estas personas tengan cierto parecido físico entre sí. El caso más sorprendente es el de la princesa Leonor, a quien le ha salido una ‘doble’ entre los Orange.
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Rubia como Leonor, tiene 17 años, es decir, es solo unos meses más pequeña que la heredera al trono español y su rostro es casi una calcomanía. También comparte el color de ojos y su forma, así como las cejas, que son también muy parecidas.
Más similitudes
Y aunque en lo que más se parecen es en lo físico, lo cierto es que las similitudes no acaban ahí. La madre de Emma es Anita de Orange-Nassau y, como la reina Letizia, ella también es de origen plebeyo.
Nació en Suiza y estudió comunicación en la universidad de Ámsterdam, donde se graduó en 1996. Aunque no se dedicó al periodismo, sí que estuvo trabajando en producción de televisión y en diferentes departamentos de marketing.
Volviendo a lo que une a Leonor y Emma cabe señalar que las dos comparten un vínculo educativo singular, ya que ambas estudiaron bachiller en los colegios del sistema del United World Colleges (UWC).
Mientras que la futura reina de España optó por continuar su formación en UWC Atlantic College, situado en Gales, la royal de los Países Bajos eligió el UWC Southeast Asia, con sede en Singapur, una ciudad que está ligada con su familia, pues madre residió allí cuando era joven.
Esta experiencia educativa compartida señala no solo la relevancia de estos centros en la formación de futuros líderes a nivel internacional, sino también como jóvenes de diferentes monarquías europeas siguen caminos similares en su preparación académica y personal.
UWC destaca por su enfoque en la convivencia multicultural y en promover la paz y la sostenibilidad a través de la educación.
