Esta vez, las protagonistas son tres de las figuras más icónicas del entretenimiento nacional: Moria Casán, Graciela Alfano y Susana Giménez.
El escenario donde comenzó este reciente enfrentamiento fue el programa de entrevistas de Dante Gebel, grabado en Estados Unidos.
En esta ocasión, tanto Moria como Graciela estuvieron invitadas, y lo que parecía ser una conversación tranquila terminó convirtiéndose en un auténtico primer round de una batalla mediática que promete más capítulos.
La chispa que encendió la polémica surgió cuando Dante mencionó que faltaba una rubia en ese encuentro de divas, refiriéndose a Susana Giménez.
La reacción de Moria y Graciela fue inmediata y explosiva. Con cuchillo y tenedor metafóricos en mano, ambas aprovecharon la oportunidad para criticar abiertamente a Susana, señalándola como una persona extremadamente competitiva y, en palabras de Graciela, “mala, malísima”.
Moria Casán, fiel a su estilo, no se contuvo al expresar su opinión sobre la naturaleza competitiva de Susana.
En su discurso, destacó que para alcanzar el nivel de éxito que ella, Graciela y Susana han conseguido, es necesario tener una personalidad fuerte y estar dispuesto a jugar en la arena de la competencia.
“Para llegar a este lugar hay que ser muy competitivo, porque si no, no llegás”, afirmó Moria con su característico tono provocador.
Sin embargo, también dejó entrever una cierta admiración hacia Susana, reconociendo su trayectoria y lo que ha logrado en su carrera.
“Es una persona que respeto en su profesión”, agregó, aunque esto no evitó que lanzara dardos sutiles en su contra.
Por otro lado, Graciela Alfano también fue contundente en sus comentarios. Según ella, Susana es conocida por ser muy reservada con las personas que considera competencia directa.
Alfano incluso compartió anécdotas que insinuaban una falta de cordialidad por parte de Susana en contextos sociales. Aunque no dio demasiados detalles, su tono dejaba entrever un trasfondo de tensión acumulada a lo largo de los años.
“Yo no me llevo nada con Susana. No es mi amiga, pero la respeto”, afirmó Alfano, antes de agregar que, para ser una diva, hay que tener una pizca de maldad.
“Somos malas, malísimas. Todas somos de terror”, confesó, generando risas en el público y en sus compañeros de panel.
El momento más álgido de la conversación llegó cuando Dante, en un intento por suavizar el ambiente, mencionó que Susana les había mandado un beso a ambas.
Sin embargo, esta afirmación fue recibida con incredulidad y sarcasmo por parte de Moria y Graciela. “¿Susana nos va a mandar un mensaje a nosotras?
¡Por favor! No nos puede ni ver”, replicaron casi al unísono, desatando una ola de comentarios en las redes sociales y en los medios de comunicación.
Esta respuesta no solo avivó la polémica, sino que también dejó claro que las tensiones entre estas tres divas no son un asunto reciente, sino el resultado de años de competencia y diferencias personales.
Mientras las cámaras seguían rodando, Moria y Graciela también comenzaron a intercambiar comentarios punzantes entre ellas, lo que añadió una nueva capa de dramatismo al encuentro.
Este tipo de dinámica no es nueva en el mundo del espectáculo, donde las egos suelen chocar con frecuencia, especialmente cuando se trata de figuras tan influyentes y con trayectorias tan extensas como las de estas tres mujeres.
A pesar de sus diferencias, tanto Moria como Graciela coincidieron en que el divismo requiere de una combinación de talento, esfuerzo y una cierta dosis de estrategia competitiva.
Por supuesto, esta “guerra de divas” no pasó desapercibida para los fanáticos y los medios de comunicación, que rápidamente comenzaron a analizar cada palabra y gesto de las protagonistas.
En las redes sociales, los usuarios se dividieron entre quienes defendían a Susana, argumentando que su éxito justifica su actitud, y quienes apoyaban a Moria y Graciela, celebrando su honestidad y sentido del humor.
Los hashtags #GuerraDeDivas, #MoriaCasán, #GracielaAlfano y #SusanaGiménez se posicionaron rápidamente como tendencia, reflejando el enorme interés que generan estas figuras en el público argentino.
Por su parte, Susana Giménez no hizo comentarios públicos al respecto, manteniendo su habitual postura de no responder a las críticas de manera directa.
Sin embargo, algunas fuentes cercanas a la diva señalaron que ella estaba al tanto de lo sucedido y que, aunque no le dio demasiada importancia, no descartaba hacer una referencia sutil al tema en su próximo programa o entrevista.
Esta actitud, según sus seguidores, es una muestra de su elegancia y profesionalismo, características que la han distinguido a lo largo de su carrera.
Más allá del enfrentamiento puntual, esta situación pone de manifiesto la complejidad de las relaciones en el mundo del espectáculo, especialmente entre figuras que han construido sus carreras en paralelo y que, en muchos casos, han competido por el mismo público y los mismos espacios de visibilidad.
Para muchos, la rivalidad entre Moria, Graciela y Susana no es solo una cuestión personal, sino también un reflejo de cómo el éxito puede generar tensiones y malentendidos, incluso entre las figuras más consagradas.
A pesar de las críticas y las diferencias, no se puede negar el impacto que estas tres mujeres han tenido en la cultura popular argentina.
Cada una, a su manera, ha contribuido a definir el concepto de “diva” en el país, marcando un antes y un después en la historia del entretenimiento.
Sus trayectorias están llenas de logros, pero también de controversias, lo que las convierte en figuras fascinantes y, al mismo tiempo, polarizadoras.
En última instancia, la “guerra de divas” entre Moria Casán, Graciela Alfano y Susana Giménez es un recordatorio de que, en el mundo del espectáculo, las relaciones son tan complejas como apasionantes.
Aunque los enfrentamientos y las diferencias puedan parecer superficiales a primera vista, en realidad reflejan las dinámicas de poder, competencia y colaboración que definen este universo tan particular.
Mientras tanto, los fanáticos y los medios de comunicación seguirán atentos a los próximos capítulos de esta historia, esperando nuevas declaraciones, reconciliaciones o, quizás, más enfrentamientos. Lo único seguro es que, con estas tres divas, el espectáculo nunca termina.