Paul Pogba representa uno de los casos más fascinantes y complejos en la historia reciente del fútbol.
Con una carrera marcada por momentos de brillantez, lesiones y controversias, el centrocampista francés ha vivido una trayectoria llena de altibajos.
Desde sus inicios en los equipos juveniles de Francia hasta su paso por clubes emblemáticos como Manchester United y Juventus, Pogba ha sido el centro de atención tanto por su talento como por los retos que ha enfrentado dentro y fuera del campo.
Nacido en Lagny-sur-Marne, Francia, en 1993, Pogba creció en una familia de origen guineano. Desde muy joven, demostró habilidades excepcionales en el fútbol, lo que lo llevó a destacar en equipos locales antes de ser reclutado por Le Havre, una de las canteras más prestigiosas de Francia.
En 2009, Pogba tomó una decisión crucial al unirse al Manchester United con tan solo 16 años. Aunque su llegada al club inglés estuvo rodeada de controversia por la supuesta falta de ética en su fichaje desde Le Havre, Pogba continuó avanzando en su desarrollo como futbolista.
Sin embargo, su transición al primer equipo no fue sencilla bajo la dirección de Sir Alex Ferguson, quien no le otorgó muchas oportunidades. En busca de minutos y convencido de su potencial, Pogba se unió a la Juventus en 2012.
En Turín, Pogba encontró el ambiente ideal para florecer. Bajo la tutela de entrenadores como Antonio Conte y Massimiliano Allegri, se consolidó como uno de los mejores mediocampistas de Europa. Su combinación de técnica, visión de juego y potencia física lo convirtió en un pilar del equipo.
Durante sus cuatro años en la Juventus, ayudó al club a ganar múltiples títulos de la Serie A, atrayendo la atención de gigantes europeos como Real Madrid y Barcelona.
En 2016, Pogba regresó al Manchester United por una cifra récord de 105 millones de euros, convirtiéndose en el jugador más caro del mundo en ese momento. Las expectativas eran altas, pero su segunda etapa en el club estuvo marcada por la inconsistencia y las críticas.
A pesar de momentos de brillantez, como su actuación en la temporada 2018-2019, Pogba no logró cumplir con las expectativas debido a lesiones recurrentes y la falta de estabilidad en el banquillo del United.
Con la selección francesa, Pogba mostró una versión más consistente y efectiva. En el Mundial de 2018, fue una figura clave para que Francia ganara el título, marcando un gol crucial en la final contra Croacia.
Este triunfo reafirmó su estatus como uno de los mejores mediocampistas del mundo, aunque también generó cuestionamientos sobre su rendimiento con el Manchester United.
En 2022, Pogba dejó el Manchester United como agente libre y regresó a la Juventus, con la esperanza de revivir su carrera. Sin embargo, su regreso estuvo plagado de lesiones, lo que limitó su tiempo en el campo y generó frustración tanto en él como en los aficionados.
Las constantes recaídas físicas y su ausencia en el Mundial de Qatar 2022 marcaron una etapa difícil en su trayectoria.
Además de sus problemas físicos, Pogba también enfrentó controversias fuera del campo, como la acusación de brujería contra su compañero de sel
ección Kylian Mbappé, un rumor que negó categóricamente. Estas situaciones reflejaron la presión constante a la que ha estado sometido, especialmente en momentos en los que su carrera parecía estar en declive.
A pesar de los desafíos, Pogba sigue trabajando para superar sus problemas físicos y demostrar que aún tiene mucho que ofrecer.
A sus 30 años, aunque ya no es el prodigio que cautivó al mundo, su experiencia y talento todavía pueden ser valiosos para la Juventus y la selección francesa.
Su ambición de cerrar su carrera de manera digna y recordado por su habilidad en el mediocampo es un testimonio de su resiliencia y determinación.
La historia de Pogba es un recordatorio de la volatilidad del fútbol profesional, donde el talento por sí solo no siempre garantiza el éxito.
Con el tiempo, su legado dependerá no solo de sus logros en el campo, sino también de su capacidad para superar la adversidad y redefinir su lugar en el deporte.