Desde sus primeros pasos en el fútbol hasta su estatus como campeón del mundo con la selección francesa, Pogba ha experimentado el apogeo y el declive, convirtiéndose en un símbolo tanto de la grandeza como de los desafíos que enfrentan las estrellas del deporte moderno.
Nacido el 15 de marzo de 1993 en Lagny-sur-Marne, una pequeña ciudad al este de París, Pogba creció en el seno de una familia de ascendencia guineana. Desde temprana edad, mostró un talento excepcional para el fútbol, destacando entre sus compañeros en equipos juveniles locales
. Su habilidad técnica, visión de juego y capacidad física no tardaron en llamar la atención de los grandes clubes, y pronto comenzó a ser considerado una de las mayores promesas del fútbol francés.
A los 16 años, Pogba tomó la decisión de unirse al Manchester United, uno de los clubes más prestigiosos del mundo, dejando atrás el Le Havre, su club formativo en Francia.
Este movimiento generó polémica, ya que el equipo francés acusó al gigante inglés de haber seducido a su joven estrella con promesas poco éticas. Sin embargo, Pogba estaba decidido a triunfar y vio en Manchester la oportunidad perfecta para desarrollar su potencial.
Durante sus primeros años en el equipo juvenil de los “Red Devils”, Pogba brilló, ganando títulos y demostrando su valía. Sin embargo, su transición al primer equipo no fue sencilla.
Bajo la dirección de Sir Alex Ferguson, Pogba luchó por obtener minutos en el campo, lo que lo llevó a tomar la controvertida decisión de no renovar su contrato. En 2012, fichó por la Juventus, un movimiento que marcaría un punto de inflexión en su carrera.
En Turín, Pogba floreció. Bajo la tutela de entrenadores como Antonio Conte y Massimiliano Allegri, se consolidó como uno de los mediocampistas más destacados de Europa.
Su capacidad para dominar el medio campo, combinar habilidades defensivas con un ataque poderoso y marcar goles espectaculares lo convirtió en una figura central del éxito de la Juventus.
Durante su etapa en el club italiano, Pogba ganó múltiples títulos de la Serie A y ayudó al equipo a alcanzar la final de la Liga de Campeones en 2015. Su estilo de juego dinámico y su carisma fuera del campo lo transformaron en un ícono global, atrayendo la atención de los clubes más grandes del mundo.
En 2016, Pogba regresó al Manchester United por una cifra récord de 105 millones de euros, convirtiéndose en el jugador más caro del mundo en ese momento.
Su regreso fue recibido con entusiasmo y altas expectativas. Los aficionados y la directiva esperaban que Pogba liderara al equipo hacia una nueva era de éxitos.
En su primera temporada tras su retorno, ayudó al club a ganar la Europa League y la Copa de la Liga, dejando destellos de su calidad. Sin embargo, su segunda etapa en Manchester estuvo marcada por la inconsistencia, las críticas y las lesiones.
A pesar de momentos brillantes, como la temporada 2018-2019 en la que fue el máximo goleador del equipo en la Premier League, Pogba no logró alcanzar la regularidad que muchos esperaban de él.
Las críticas hacia Pogba se intensificaron a medida que su rendimiento en el club contrastaba con su éxito en la selección francesa. Con “Les Bleus”, Pogba brilló en el Mundial de Rusia 2018, siendo una pieza clave en el equipo que se coronó campeón del mundo.
Su gol en la final contra Croacia y su liderazgo en el vestuario lo consolidaron como uno de los mejores mediocampistas de su generación. Este triunfo reafirmó su estatus como una estrella mundial, pero también aumentó las preguntas sobre por qué no podía replicar ese nivel en el Manchester United.
Su relación con los entrenadores del club, incluidos José Mourinho y Ole Gunnar Solskjær, fue a menudo tensa, y los constantes cambios de sistema y estilo de juego afectaron su consistencia.
En 2022, después de una etapa llena de altibajos, Pogba dejó el Manchester United como agente libre y regresó a la Juventus, el club donde había vivido sus mejores momentos.
Su regreso a Turín fue recibido con esperanza, pero también con cautela, dado su historial reciente de lesiones. Lamentablemente, sus problemas físicos persistieron, y Pogba pasó gran parte de la temporada 2022-2023 fuera de los terrenos de juego.
Las lesiones, combinadas con episodios de frustración, como las lágrimas tras abandonar un partido por una recaída, resaltaron los desafíos que enfrentaba en esta etapa de su carrera. Además, su ausencia en el Mundial de Qatar 2022 fue un golpe devastador tanto para él como para sus seguidores.
Fuera del campo, Pogba también enfrentó controversias que afectaron su imagen pública. Una de las más llamativas fue la acusación de brujería relacionada con su compañero de selección Kylian Mbappé, un rumor que él negó categóricamente.
Estos incidentes, sumados a las tensiones familiares y los problemas legales, complicaron aún más un periodo ya difícil en su carrera. A pesar de todo, Pogba nunca dejó de expresar su deseo de superar estos obstáculos y volver a ser el jugador que una vez maravilló al mundo.
A sus 30 años, Pogba se encuentra en una encrucijada. Aunque ya no es el joven prodigio que deslumbraba con su habilidad y carisma, sigue siendo un jugador con un talento excepcional y una experiencia invaluable.
La Juventus y sus seguidores esperan que pueda recuperar su forma y aportar al equipo, aunque las expectativas son más moderadas que en el pasado.
Su valor de mercado ha disminuido significativamente en los últimos años, reflejo de las dificultades que ha enfrentado. Sin embargo, Pogba sigue siendo un símbolo de resiliencia, trabajando incansablemente para volver a competir al más alto nivel.
El legado de Pogba es complejo. Por un lado, es innegable que ha alcanzado logros que pocos futbolistas logran en toda una carrera: títulos nacionales e internacionales, un Mundial, y el reconocimiento como uno de los mejores mediocampistas de su generación.
Por otro lado, las lesiones, las críticas y las controversias han empañado su trayectoria, dejando la sensación de que, quizás, nunca llegó a explotar todo su potencial. Sin embargo, su historia no está escrita del todo.
Si logra superar sus problemas físicos y recuperar su confianza, Pogba todavía tiene la oportunidad de cerrar su carrera de manera memorable, recordado no solo por su talento, sino también por su capacidad para superar la adversidad.
En el panorama actual del fútbol, donde las estrellas son evaluadas no solo por su rendimiento en el campo, sino también por su impacto fuera de él, Pogba sigue siendo una figura fascinante.
Su influencia trasciende el deporte, siendo un ícono cultural que ha utilizado su plataforma para abordar temas sociales y conectar con los aficionados de todo el mundo.
A medida que avanza en esta etapa de su carrera, Pogba enfrenta el desafío de equilibrar las expectativas con la realidad de su situación, demostrando que incluso en medio de las dificultades, el espíritu competitivo y la pasión por el juego pueden prevalecer.
Su historia es un recordatorio de las complejidades y los matices que rodean la vida de un deportista de élite, y de cómo, incluso en los momentos más oscuros, siempre hay lugar para la esperanza y la redención.