Diego Maradona, uno de los íconos más grandes de la historia del fútbol, no solo fue conocido por su talento excepcional en la cancha, sino también por la intensidad de su vida personal, marcada por éxitos, polémicas y relaciones complicadas.

En una entrevista realizada en 2005 por Susana Giménez, el astro abrió su corazón para hablar sobre la traición que vivió a manos de Guillermo Coppola, su entonces amigo y representante.

Este momento televisivo dejó al descubierto no solo las diferencias económicas entre ambos, sino también el profundo dolor emocional que le causó esta ruptura.

Desde el inicio de la conversación, Diego dejó en claro que el tema con Coppola era algo que lo había marcado profundamente.

Según sus palabras, el conflicto no era meramente financiero; lo que más le dolía era la traición de alguien a quien había considerado su amigo.

“Yo a Guillermo no le hice absolutamente nada como para que me hiciera todo lo que me estoy enterando”, declaró Maradona con visible amargura.

Sus declaraciones dejaron en evidencia que la relación entre ambos había pasado de ser una amistad aparentemente inquebrantable a convertirse en un vínculo roto e irreparable.

Maradona explicó que, a lo largo de su estancia en Buenos Aires, se fue enterando de diversas acciones de Coppola que calificó como crueles.

Una de las más graves, según sus propias palabras, fue que Coppola había tomado dinero que pertenecía a las hijas de Diego, Dalma y Gianinna.

Este hecho fue señalado como el punto de quiebre definitivo en su relación, ya que para Maradona, sus hijas eran lo más importante en su vida. “Él tocó la plata de las nenas. Y esto es imperdonable”, afirmó con firmeza.

El astro detalló que había otorgado a Coppola un poder general para manejar sus finanzas, una decisión que, con el tiempo, se convertiría en su mayor error.

“Cometí el pecado de ser amigo. Le firmé un poder general porque confiaba en él como amigo”, confesó.

Sin embargo, esa confianza fue traicionada cuando Diego descubrió que Guillermo no solo había tomado dinero que ya estaba en su poder, sino que también había cobrado anticipos de futuros ingresos sin su conocimiento.

Esta situación dejó a Maradona no solo con una pérdida económica significativa, sino también con una herida emocional profunda. “Lo que más me duele es la traición”, dijo con tristeza.

A lo largo de la entrevista, Diego expresó que no tenía intención de reconciliarse con Coppola, a pesar de que algunos rumores sugerían lo contrario.

“No hay ninguna posibilidad de amigarnos. Él sabe perfectamente que yo no lo perdono”, aseguró categóricamente.

Sus palabras dejaron en claro que, para él, el daño hecho era irreparable, y no había vuelta atrás.

Maradona también indicó que había consultado con sus abogados para explorar opciones legales que le permitieran recuperar el dinero perdido, aunque reconoció que lo más importante para él no era el aspecto económico, sino la pérdida de confianza y la traición a su amistad.

A pesar de la gravedad del tema, Diego admitió que no siempre había escuchado a las personas que intentaron advertirle sobre Coppola.

Durante la entrevista, aprovechó para pedir disculpas públicamente a Claudia Villafañe, su exesposa, y a sus padres, quienes, según él, le habían intentado abrir los ojos respecto a Guillermo, pero él se había negado a escuchar.

“Lamentablemente, pasó lo que pasó, y hoy públicamente tengo que pedirles perdón”, expresó con arrepentimiento.

La conversación con Susana también permitió a Maradona reflexionar sobre el concepto de amistad y lealtad. Según él, la amistad verdadera no necesita de grandes gestos ni de premios, como el “Martín Fierro a la amistad” que mencionó con ironía.

Para Diego, la amistad se demuestra con acciones sinceras y desinteresadas, algo que, según sus palabras, él había intentado hacer con Coppola, pero que no fue recíproco.

Por su parte, Susana Giménez mostró empatía hacia Diego durante toda la entrevista, reconociendo el dolor que puede causar la traición, especialmente cuando proviene de alguien cercano.

Sus palabras de consuelo y comprensión ayudaron a suavizar el tono de la conversación, aunque no pudieron eliminar el peso emocional que Maradona llevaba consigo.

La entrevista no solo reveló detalles sobre el conflicto con Coppola, sino que también permitió al público ver un lado más vulnerable de Diego, un hombre que, detrás de su imagen de ídolo mundial, enfrentaba profundas luchas personales.

El caso de Maradona y Coppola es un recordatorio de cómo las relaciones cercanas pueden complicarse cuando se mezclan con asuntos financieros.

Aunque Diego asumió parte de la responsabilidad por haber confiado ciegamente, también dejó claro que la verdadera culpa recae en quien traiciona esa confianza.

Para Maradona, la amistad era un valor sagrado, y la traición de Coppola fue una experiencia que lo marcó profundamente, cambiando su perspectiva sobre las personas en quienes podía confiar.

Años después de esta entrevista, las tensiones entre Maradona y Coppola seguirían siendo un tema de interés público.

Sin embargo, lo que quedó claro en este encuentro con Susana es que Diego no buscaba venganza ni compensaciones materiales; lo que realmente quería era justicia para sus hijas y un cierre emocional que le permitiera seguir adelante.

Su honestidad y vulnerabilidad en esa entrevista mostraron un lado de Maradona que a menudo quedaba eclipsado por su fama y su figura mediática.

En última instancia, esta entrevista con Susana Giménez no solo fue un espacio para que Maradona compartiera su historia, sino también un recordatorio de que incluso los ídolos más grandes son humanos, con aciertos y errores, y que detrás de cada escándalo hay una persona enfrentando las consecuencias de sus decisiones y las de quienes los rodean.

La historia de Diego y Guillermo es un ejemplo de cómo las relaciones personales pueden complicarse cuando se mezclan con el poder y el dinero, y cómo, incluso en medio de la adversidad, Maradona siempre intentó mantenerse fiel a sus valores y a las personas que más amaba.