La historia salió a la luz en una entrevista reciente, donde Cacho relató con humor y nostalgia su breve pero intensa relación con la famosa conductora y actriz argentina.
Según sus palabras, su romance con Susana no fue algo serio ni largo, sino más bien una “aventura de verano” típica de esas épocas en las que las pasiones se encienden bajo el sol de Mar del Plata.
La historia comenzó en un verano caluroso en la ciudad costera, un lugar donde el destino quiso que Cacho y Susana se encontraran.
En ese entonces, ambos eran figuras muy populares, cada uno en su campo, y las estrellas parecían alinearse para que su historia se desarrollara en secreto.
A pesar de la notoriedad de ambos, su relación se mantuvo oculta al público, y Cacho explicó que el romance fue algo pasajero, tan efímero como una botella de champán que se consume rápidamente en una fiesta de verano.
“Duró lo que dura un verano y una botella de champán”, comentó entre risas, reflejando la ligereza con la que abordó aquel capítulo de su vida.
Cacho recordó con cariño esos días, cuando se veía a escondidas con Susana, lejos de los paparazzi y las miradas curiosas de los medios.
En ese entonces, Susana estaba separada, y aunque no estaba en una relación formal, la llegada de su exesposo, el famoso boxeador Carlos Monzón, siempre representaba una sombra sobre cualquier relación que ella pudiera tener.
Durante ese verano, Cacho y Susana compartieron momentos íntimos y divertidos, pero sin compromisos serios, pues ambos sabían que sus vidas eran demasiado diferentes y complicadas para algo más duradero.
Uno de los momentos más curiosos que Cacho relató fue cuando él tuvo que hacerle creer a Monzón que su relación con Susana era simplemente una amistad.
Según Cacho, Monzón se encontraba en Mar del Plata en ese entonces, y la situación requería que él ocultara su romance con Susana para evitar problemas.
“Yo tenía que hacerle creer a Monzón que solo éramos amigos, y para eso me hice pasar por el novio de otra persona”, explicó Cacho, dejando claro lo compleja que era la situación en aquellos días.
A pesar de la tensión de la situación, Cacho no podía evitar divertirse con las circunstancias, sabiendo que todo lo que estaba viviendo formaba parte de la locura y el hechizo del verano.
Sin embargo, la relación entre Cacho y Susana no se limitaba solo a las escapadas románticas y las risas compartidas.
En un momento, Cacho reveló una frase que le dijo a Susana en medio de la pasión de aquellos días: “Si me pegás, con la que te saco, me hago otra caja”.
Esta frase, aparentemente ligera y jocosa, dejó claro el tono irreverente y sin preocupaciones con el que ambos vivieron esa historia. Cacho reconoció que, cuando se está enamorado o prendado de alguien, uno puede llegar a hacer cualquier cosa, incluso desafiar la lógica y las reglas.
A pesar de la brevedad de la relación, Cacho no ocultó el cariño que aún siente por Susana y la admiración que le tiene como persona y como figura pública.
Para él, Susana representaba algo más que una simple conquista de verano, sino una mujer que lo cautivó tanto por su belleza como por su carácter fuerte y decidido.
Sin embargo, Cacho también dejó en claro que en ese entonces, él no estaba interesado en algo más serio. “Era solo una temporada de verano, nada más”, dijo con una sonrisa, sin arrepentimientos, pero también sin pretensiones de que aquello fuera más allá de un amor fugaz.
Lo interesante de la historia es cómo, a pesar de la fugacidad del romance, ambos personajes siguieron caminos paralelos pero separados.
La carrera de Susana siguió despegando, y Cacho continuó con su carrera musical, convirtiéndose en uno de los artistas más importantes de la música popular argentina.
Sin embargo, ambos siguieron siendo figuras imprescindibles en la cultura argentina, y sus caminos, aunque diferentes, siempre se cruzaban en la memoria colectiva del país.
Cacho no dudó en comentar que, aunque las relaciones en el mundo del espectáculo a menudo son complicadas y llenas de enredos, en su caso siempre fue importante disfrutar de cada momento, sin preocuparse demasiado por las consecuencias.
“Las cosas prohibidas siempre son las más deseadas”, reflexionó, recordando cómo la adrenalina de la clandestinidad y el misterio alrededor de su relación con Susana alimentaba aún más el deseo.
A lo largo de la entrevista, Cacho también compartió algunas anécdotas sobre sus otros amores y relaciones.
Sin embargo, siempre volvió a Susana como una de las figuras más destacadas en su vida amorosa, una mujer que, según él, fue mucho más que una aventura pasajera.
Aunque la relación no prosperó, Cacho destacó la conexión especial que tuvo con ella, algo que trascendió el tiempo y que aún permanece en su memoria.
Con el paso de los años, Cacho ha reflexionado sobre aquellos días de su juventud, recordando cómo se embarcó en relaciones complicadas, a veces con más de una mujer al mismo tiempo, lo que le generaba una especie de caos ordenado en su vida amorosa.
No obstante, siempre vio estos episodios con cierta ternura, como parte de una etapa en la que las emociones y los impulsos eran más intensos.
“Uno nunca sabe lo que puede pasar, pero lo que pasa en ese momento se vive con toda la fuerza”, dijo, dejando entrever que, a pesar de las complicaciones, siempre fue un hombre de pasiones intensas.
Al final de la entrevista, Cacho hizo un balance de su vida amorosa y su carrera, reconociendo que, aunque hubo muchas mujeres importantes en su vida, Susana siempre será una de las que ocupó un lugar especial en su corazón.
“Ella fue una de las grandes”, comentó con nostalgia, aludiendo a la admiración que siente por ella, más allá de lo que sucedió entre ellos en ese breve periodo de tiempo.
La relación de Cacho y Susana, aunque fugaz, quedó grabada en la memoria de ambos, y quizás, también en la de todos aquellos que alguna vez soñaron con ser parte de un romance tan intenso y prohibido como el suyo.
Este relato de Cacho Castaña sobre su amorío con Susana Giménez no solo ofrece una visión única de la vida de dos figuras del entretenimiento argentino, sino que también invita a reflexionar sobre el paso del tiempo y las relaciones humanas.
A veces, las historias más efímeras son las que dejan una huella más profunda, y en este caso, la relación entre Cacho y Susana parece haber sido uno de esos momentos fugaces pero intensos que marcan a las personas para siempre.
Aunque sus vidas tomaron rumbos distintos, la conexión que compartieron sigue siendo un recuerdo valioso y entrañable, tanto para ellos como para aquellos que los admiraron en su momento.
