Lo que comenzó como un anuncio escueto y respetuoso por parte de ambas figuras, pronto se transformó en un torbellino de especulaciones, polémicas y titulares explosivos que dieron la vuelta al mundo.
Lo que en un inicio parecía ser un asunto personal y privado, acabó convirtiéndose en una historia pública llena de traiciones, canciones reveladoras, conflictos familiares y una batalla por la custodia que mantuvo a la prensa rosa internacional al borde de sus asientos.
Todo comenzó en junio de 2022, cuando Shakira y Piqué confirmaron su separación tras doce años de relación y dos hijos en común, Milan y Sasha.
La noticia sacudió al mundo del espectáculo, pues la pareja había sido vista durante años como una de las más sólidas y queridas por el público.
Sin embargo, los rumores de infidelidad ya habían empezado a circular desde principios de ese mismo año, cuando la presencia constante de Piqué en fiestas y discotecas comenzó a levantar sospechas.
Las redes sociales jugaron un papel fundamental en este sentido, ya que varios usuarios afirmaron haber visto al futbolista acompañado de una misteriosa mujer, cuya identidad permanecería desconocida por algún tiempo.
Sin embargo, la situación tomó un giro aún más evidente cuando Shakira lanzó la canción Te felicito junto al artista puertorriqueño Rauw Alejandro.
La letra de este tema dejó entrever, para muchos, una infidelidad en la relación, algo que incrementó los rumores y teorías sobre la verdadera causa de la ruptura.
En el videoclip, un gesto tan sencillo como un “robot” que señala un corazón falso parecía ser una metáfora sobre la desilusión y la traición amorosa que Shakira habría vivido.
Apenas seis semanas después de este lanzamiento, llegó la confirmación oficial de la separación, marcando el inicio de uno de los escándalos más mediáticos de la década.
Con el paso de las semanas, un nuevo personaje entró en escena: Clara Chía Martí. La joven estudiante de relaciones públicas de apenas 23 años fue captada en agosto de 2022 acompañando a Piqué a la boda de un amigo, lo cual desató la polémica a niveles insospechados.
Las imágenes, filtradas por uno de los asistentes a la ceremonia, mostraban a un Gerard sonriente y despreocupado, mientras sostenía de la mano a quien se convertiría en su nueva pareja oficial.
La reacción del público fue inmediata: las redes explotaron, los titulares se multiplicaron y el nombre de Clara Chía pasó de ser completamente desconocido a estar en el centro de todas las miradas.
La indignación de los seguidores de Shakira no se hizo esperar, especialmente porque la relación entre Piqué y Clara parecía haber comenzado mientras aún estaba con la cantante colombiana.
Pero si algo hizo que esta separación escalara a niveles aún mayores fue la batalla legal por la custodia de los hijos de la expareja. Tras la confirmación de la relación entre Gerard Piqué y Clara Chía, quedó claro que la reconciliación entre Shakira y el futbolista era imposible.
A partir de ese momento, la prioridad de ambos se centró en definir qué sería lo mejor para Milan y Sasha. Shakira, por su parte, dejó claro desde un inicio que su intención era mudarse a Miami junto a sus hijos, algo que Piqué rechazó rotundamente.
El hecho de que sus hijos vivieran a un océano de distancia era algo inaceptable para el exjugador del FC Barcelona, lo que derivó en una batalla legal que se extendió durante cinco largos meses.
Durante este tiempo, surgieron rumores de discusiones acaloradas, tensiones familiares e incluso arrebatos de furia por parte del catalán.
No obstante, a finales de octubre de 2022, finalmente se alcanzó un acuerdo: Shakira obtendría la custodia de sus hijos y podría mudarse con ellos a Estados Unidos, mientras que Piqué tendría derecho a visitarlos y pasar tiempo con ellos en períodos determinados.
A pesar de que el acuerdo parecía haber puesto fin a la disputa, la verdadera “bomba mediática” llegó en enero de 2023, cuando Shakira lanzó la explosiva Music Session #53 junto al productor argentino Bizarrap.
Esta canción fue una descarga directa y sin filtros contra Piqué y su nueva pareja, Clara Chía. En la letra, Shakira no dejó nada a la imaginación, con frases tan contundentes como “Cambiaste un Ferrari por un Twingo” o “Una loba como yo no está para tipos como tú”.
La canción no solo fue un éxito inmediato, alcanzando millones de reproducciones en cuestión de horas, sino que también se convirtió en un fenómeno cultural. Las redes sociales estallaron con reacciones, memes y debates sobre cada verso de la canción.
Incluso marcas como Twingo y Casio, mencionadas en la letra, aprovecharon la situación para hacer publicidad, alimentando aún más la polémica.
El lanzamiento de esta canción fue un punto de no retorno en la relación entre Shakira y Piqué. Por un lado, la artista colombiana fue aplaudida por su valentía al expresar su dolor y su desahogo de una manera tan creativa y directa.
Por otro, Gerard Piqué y Clara Chía se encontraron en una posición incómoda, siendo objeto de burlas y críticas constantes.
El futbolista, lejos de mantenerse al margen, optó por responder indirectamente a las provocaciones de Shakira, llegando incluso a presentarse a eventos en un coche Twingo y usando un reloj Casio, lo que solo avivó aún más las llamas del conflicto.
Sin embargo, uno de los momentos más impactantes de esta historia fue la partida definitiva de Shakira y sus hijos a Miami. Tras meses de tensiones legales y mediáticas, la cantante decidió dejar atrás Barcelona, ciudad en la que vivió durante más de una década.
El 2 de abril de 2023, Shakira y sus hijos abordaron un vuelo hacia Estados Unidos, poniendo fin a una etapa de su vida marcada por el amor, el éxito y, en los últimos tiempos, la traición y el dolor.
Según reportes de medios españoles, Shakira habría informado a Piqué de su partida apenas unas horas antes del vuelo, lo cual generó una nueva ola de tensión entre ambos.
La partida de la cantante fue vista por muchos como un acto de liberación, un paso hacia adelante para reconstruir su vida lejos del foco mediático y del recuerdo de lo que alguna vez fue su hogar.
Finalmente, no podemos olvidar uno de los detalles más insólitos de esta historia: la famosa “bruja” que apareció en el balcón de la casa de Shakira en Barcelona.
Durante semanas, los medios y el público especularon sobre el significado de esta figura tétrica, que estaba colocada estratégicamente frente a la casa de los padres de Piqué.
Para muchos, esta fue una forma simbólica de venganza por parte de Shakira hacia sus exsuegros, quienes, según rumores, habrían encubierto la infidelidad de su hijo.
La imagen de la bruja se convirtió en un símbolo de la polémica, generando todo tipo de teorías y memes en las redes sociales.
La historia de Shakira y Piqué es un claro ejemplo de cómo las relaciones personales pueden convertirse en un espectáculo público cuando se trata de figuras de renombre mundial.
Lo que comenzó como un romance de cuento de hadas terminó siendo una batalla mediática llena de traiciones, canciones catárticas y momentos que quedarán grabados en la memoria colectiva del público.
Al final del día, Shakira demostró una vez más su fortaleza, reinventándose a sí misma y transformando su dolor en arte, mientras que Gerard Piqué sigue navegando las aguas turbulentas de su nueva vida junto a Clara Chía.