La historia de amor entre Shakira y Gerard Piqué, una de las parejas más mediáticas de la última década, ha cautivado al público por su origen, evolución y desenlace.
Desde el primer encuentro en el Mundial de Sudáfrica 2010 hasta su separación en 2022, esta relación ha estado marcada por momentos memorables, curiosidades y desafíos que han dejado huella tanto en sus vidas como en la percepción pública de su historia.
La relación comenzó con un “Waka rumor”, como lo expresó Shakira en su momento. El Mundial de Sudáfrica fue el escenario donde ambos se conocieron.
Shakira, como intérprete de la canción oficial del torneo, y Piqué, como jugador de la selección española, cruzaron caminos en este evento deportivo que resultó ser también el inicio de su romance.
Durante la grabación del videoclip de “Waka Waka”, Piqué se acercó a Shakira y le prometió que haría todo lo posible para llegar a la final del campeonato solo para volver a verla e invitarla a cenar.
Esta promesa, que podría parecer una táctica romántica trivial, se materializó cuando España ganó el Mundial, consolidándose no solo como campeones, sino también como una de las historias de amor más comentadas.
El inicio de su relación no fue sencillo, ya que ambos estaban comprometidos con otras personas. Shakira mantenía una relación de más de una década con el argentino Antonio de la Rúa, mientras que Piqué estaba saliendo con la española Nuria Thomas. Sin embargo, la conexión entre ambos fue tan fuerte que decidieron terminar sus relaciones anteriores para estar juntos.
Mientras Nuria aceptó la situación y continuó con su vida, Antonio de la Rúa reaccionó de manera opuesta, llegando incluso a demandar a Shakira en años posteriores. Este trasfondo subraya la intensidad del vínculo entre Shakira y Piqué desde sus inicios.
En marzo de 2011, Shakira confirmó su relación con una publicación en redes sociales en la que incluyó una foto junto a Piqué, comentando: “Les presento a mi sol”.
Desde entonces, la pareja fue vista en numerosos eventos y viajes, incluyendo destinos como Israel, París y Miami, combinando obligaciones profesionales con escapadas románticas.
Un aspecto destacado de su relación fue la decisión de no casarse, una postura que Shakira expresó abiertamente. Según la cantante, el matrimonio le resultaba intimidante y prefería mantener una dinámica en la que Piqué la viera como su novia, conservando cierto misterio y novedad en su relación.
Esta elección no convencional fue objeto de numerosas especulaciones, pero también mostró un lado de Shakira que priorizaba la libertad y la autenticidad.
Con el tiempo, la pareja dio la bienvenida a dos hijos, Milán y Sasha, cuyos nombres tienen significados especiales. Milán, nacido en 2012, se traduce como “querido, lleno de gracia y amoroso” en eslavo, y como “entusiasta y laborioso” en romano antiguo.
Sasha, nacido en 2015, significa “defensor de la humanidad” en ruso. Shakira y Piqué demostraron un profundo compromiso con su familia, a pesar de los desafíos que enfrentaron a lo largo de los años.
Uno de los momentos más difíciles en su relación ocurrió cuando Shakira sufrió una lesión en las cuerdas vocales que le causó la pérdida temporal de la voz.
Este episodio afectó no solo su carrera, sino también su dinámica como pareja. Shakira admitió que su frustración y depresión durante este periodo crearon tensiones con Piqué, quien no sabía cómo ayudarla.
Sin embargo, él la apoyó para buscar ayuda profesional y superar esta etapa, mostrando un lado solidario en medio de la adversidad.
Aunque ambos eran figuras públicas de renombre mundial, intentaron mantener una vida familiar lo más normal posible.
Shakira, por ejemplo, evitaba poner su propia música en casa para ofrecer a sus hijos una infancia lo más sencilla y alejada del estrellato posible. Esta decisión refleja el deseo de proteger a Milán y Sasha de la presión que conlleva tener padres famosos.
Otro detalle curioso de esta pareja es que ambos comparten la misma fecha de cumpleaños, el 2 de febrero, aunque con una diferencia de 10 años: Shakira nació en 1977 y Piqué en 1987.
Esta coincidencia fue vista por muchos como un signo de compatibilidad, pero también alimentó comentarios sobre la diferencia de edad entre ellos, que nunca pareció ser un obstáculo en su relación.
A pesar de los momentos felices y los logros compartidos, su relación llegó a su fin en 2022, tras 12 años juntos y numerosos rumores sobre infidelidades por parte de Piqué.
En un comunicado conjunto, anunciaron su separación, enfatizando que su prioridad sería el bienestar de sus hijos y pidiendo respeto a su privacidad. Este desenlace marcó el cierre de una etapa que, aunque terminó en ruptura, dejó un legado de amor y aprendizaje.
La historia de Shakira y Piqué es un testimonio de las complejidades de las relaciones modernas, especialmente bajo el escrutinio constante de los medios y el público.
Sus momentos compartidos, desde el Mundial de Sudáfrica hasta la crianza de sus hijos, muestran que incluso en las relaciones más glamorosas hay desafíos, sacrificios y lecciones.
Aunque su amor no perduró, la forma en que enfrentaron sus diferencias y priorizaron a su familia es un recordatorio de que el respeto y la colaboración son esenciales en cualquier relación.
