Sofía Vergara, una de las actrices más icónicas de Hollywood, ha compartido en una entrevista en El Hormiguero detalles conmovedores y sorprendentes sobre su infancia en Colombia, su conexión con la época más dura del narcotráfico, y cómo estas experiencias influyeron en su vida personal y profesional.
Su testimonio refleja no solo la realidad de un país marcado por el conflicto, sino también su capacidad para superar adversidades y encontrar inspiración en historias complejas como la de Griselda Blanco, figura central de la serie que protagoniza.
Sofía creció en Colombia durante las décadas de los 70, 80 y 90, una época profundamente impactada por el narcotráfico. Aunque su vida tomó un rumbo muy distinto al de los narcotraficantes que marcaron ese periodo, reconoce haber vivido de cerca las consecuencias de este fenómeno. “Mi hermano desafortunadamente fue parte de ese negocio”, reveló con honestidad.
La pérdida de su hermano, asesinado en 1996, marcó un punto de inflexión en su vida, llevándola a tomar la decisión de emigrar a Miami junto con su familia en busca de seguridad y estabilidad. Este doloroso episodio es un recordatorio de las innumerables familias colombianas que sufrieron debido a la violencia asociada al narcotráfico.
A pesar de estas experiencias difíciles, Sofía encontró una conexión especial con la historia de Griselda Blanco, una mujer que logró destacarse en un mundo dominado por hombres.
Griselda, conocida como “La madrina de la cocaína”, es una figura fascinante no solo por su participación en el narcotráfico, sino por haberlo hecho mientras criaba a cuatro hijos. Para Sofía, interpretar a esta mujer representó un reto y una oportunidad de explorar un lado diferente del narcotráfico: “Hemos visto películas y series sobre el negocio, pero nunca desde los ojos de una mujer. Eso fue lo que más me llamó la atención”.
La actriz reflexionó sobre cómo Griselda logró posicionarse en lo más alto de este peligroso mundo. Destacó que su género fue, paradójicamente, una ventaja para ella, ya que muchos la subestimaron y nunca sospecharon que una mujer pudiera estar detrás de operaciones tan importantes.
Sofía expresó su asombro ante la capacidad de esta mujer para competir en un entorno tan hostil y lleno de peligros. “Yo viví el narcotráfico, sé lo que es”, comentó, mostrando una profunda comprensión de los riesgos y la brutalidad de ese mundo.
Durante la entrevista, Sofía también recordó algunos de los momentos más impactantes que vivió en esa época. Aunque evitó entrar en detalles explícitos, mencionó haber sido testigo de eventos tan estremecedores como ver a personas “cortadas en pedacitos”, un testimonio que dejó al entrevistador sorprendido y marcó la gravedad de las situaciones que enfrentó.
Este tipo de vivencias no solo la afectaron profundamente, sino que también moldearon su perspectiva sobre la vida y su determinación para proteger a su familia.
Otro aspecto curioso que se discutió en la entrevista fue la elección del nombre de su hijo, Manolo, inspirado en el personaje de la película Scarface.
Sofía compartió que siempre le había fascinado la relación entre Manolo y Tony Montana, interpretado por Al Pacino, y que desde joven soñaba con tener la oportunidad de usar la famosa frase “Manolo, kill that piece of shit” como un guiño a su personaje favorito. Este detalle anecdótico muestra el lado más relajado y humorístico de Sofía, un contraste con los temas más serios de su vida.
A pesar de haber crecido en un entorno tan desafiante, Sofía ha demostrado una increíble resiliencia y una capacidad única para transformar las dificultades en oportunidades.
Su transición de la vida en Colombia a convertirse en una estrella de renombre internacional es un ejemplo inspirador de perseverancia y talento. Además, su interpretación de Griselda Blanco en la serie no solo resalta su habilidad actoral, sino también su compromiso con dar voz a historias que reflejan las realidades complejas de las mujeres en contextos adversos.
En resumen, la historia de Sofía Vergara es un testimonio de fuerza, adaptación y éxito frente a las adversidades. Desde sus raíces en Colombia, marcadas por el dolor y la violencia, hasta su destacada carrera en Hollywood, la actriz ha sabido canalizar sus experiencias personales para dar vida a personajes con historias poderosas y significativas.
Su conexión con la época más dura del narcotráfico no solo añade autenticidad a su interpretación de Griselda Blanco, sino que también resalta la importancia de contar historias desde diferentes perspectivas, especialmente las de las mujeres que, como ella, han enfrentado y superado desafíos extraordinarios.