Juliana, conocida en el medio como Yuyito, ha abierto su corazón sobre las complejidades de su relación con el ámbito mediático y cómo esta ha cambiado drásticamente en los últimos tiempos.
En una reciente entrevista, Yuyito abordó la dificultad de gestionar los comentarios y críticas de las redes sociales, donde trolls y detractores motivados por cuestiones políticas se manifiestan frecuentemente.
Aunque anteriormente gozaba de una relación cordial y de buen ánimo con la prensa y sus colegas, ahora enfrenta un entorno completamente transformado, dominado por una toxicidad que la ha obligado a hacer ajustes en su vida y en su bienestar emocional.
La actriz y conductora explicó que la transformación en la relación con la prensa ha sido evidente y progresiva, pasando de una conexión de camaradería a una carga de críticas y comentarios negativos que le cuesta asimilar.
Esta situación, mencionó, se ha vuelto un desafío emocional, ya que ha sentido cómo toda esa “energía tóxica” llega a su vida aunque ella intente mantenerse al margen y no leer las críticas.
Reconoce que la cantidad de opiniones, comentarios y juicios sobre su vida y decisiones es abrumadora, lo que ha hecho que deba tomar medidas para proteger su salud mental y emocional, algo que ha aprendido a cuidar con el tiempo y le ha costado gran esfuerzo y sacrificio personal.
Yuyito también relató cómo en una ocasión reciente, durante una entrevista con la periodista Yanina, mantuvo la compostura a pesar de que esta ha sido bastante crítica y dura con ella en el pasado.
Comentó que, aunque otros habrían evitado darle la entrevista, ella decidió frenar y aclarar la situación. En este momento le preguntó directamente a Yanina por qué hablaba mal de ella, logrando que, al menos, la periodista reconociera la tensión que existía.
Esto, dijo Yuyito, es un ejemplo de cómo ha aprendido a manejar las situaciones de confrontación sin dejar que afecten su paz mental ni su relación con el público, aunque reconoce que no siempre es fácil y, en ocasiones, le cuesta mantenerse calmada y firme.
A lo largo de la conversación, dejó claro que, aunque es parte del mismo medio y respeta profundamente a sus colegas periodistas, no puede evitar sentirse afectada por la constante exposición a energías y comentarios negativos que no solían estar presentes en su vida.
Desde su perspectiva, lo que más impacta es el cambio de actitud que han tenido algunos colegas con quienes antes compartía un trato amable y respetuoso.
Hoy en día, al enfrentarse a situaciones de tensión y presión mediática, siente que se ha vuelto más defensiva, incluso llegando a aislarse en su “búnker” emocional para procesar todo lo que ocurre a su alrededor.
Esta actitud, reflexionó, es una respuesta natural para protegerse de esa negatividad, aunque le genera contradicciones internas, ya que también le gustaría poder ser accesible sin recibir tanta carga de hostilidad.
Otro punto que resaltó es la contradicción que siente al ser una figura pública accesible, ya que considera que siempre ha tratado de estar disponible para la prensa y mantener una relación abierta con el público.
A diferencia de otras figuras en su posición, ella ha decidido mantenerse en contacto constante con los medios, lo cual considera parte de su naturaleza y su carrera en el espectáculo.
Sin embargo, no ha sido fácil, y a veces se pregunta si debería alejarse y limitar las entrevistas, como lo han hecho otras personas en posiciones similares. Esto, según expresó, le permitiría conservar un mayor equilibrio emocional y no verse expuesta a tanta negatividad de forma constante.
La relación con su actual pareja, Javier Milei, también ha influido en esta dinámica, ya que él es una figura política de alto perfil y con opiniones muy polarizantes en la sociedad.
Este amor, que llegó a su vida de forma inesperada, la ha hecho sentir una gran felicidad y plenitud, pero también le ha traído ciertos retos.
La intensidad de su relación, en un contexto que también es intenso debido a las posiciones de Javier, la ha puesto en una situación de alta visibilidad pública que ha incrementado las críticas y juicios hacia ella.
Yuyito reconoce que la relación la hace inmensamente feliz, pero no niega que puede llevarla a cometer errores o a exponerse en exceso, situación que trata de manejar con la ayuda de sus seres queridos.
Además, Yuyito compartió que sus hijos han jugado un papel importante en su proceso de autoprotectión, dándole consejos sobre cómo proteger su privacidad y no exponerse tanto públicamente.
Aunque ella disfruta de compartir sus experiencias y emociones, entiende que en ocasiones puede ser contraproducente. Sus hijos, al conocerla profundamente, suelen ser una guía y apoyo en estos momentos.
Por ejemplo, ha tenido ocasiones en las que, ante la impulsividad de compartir algo en redes sociales, sus hijos, especialmente su hija Brenda, le han recomendado ser más prudente.
Esta interacción con su familia la ayuda a mantenerse enfocada y reflexiva sobre cómo se proyecta hacia el público y la prensa.
Uno de los temas que Yuyito abordó fue la decisión de no aparecer junto a Javier en la entrevista que él tuvo con Susana Giménez. Explicó que aunque hubo consideraciones para que aparecieran juntos en el programa, ambos acordaron que lo mejor era que Javier estuviera solo en la entrevista.
Consideraron que mezclar sus trabajos no era adecuado, y fue Javier quien finalmente decidió que la entrevista debía centrarse exclusivamente en él.
Yuyito estuvo de acuerdo con la decisión, ya que considera que su rol como pareja no debe interferir en el ámbito profesional de Javier, y que, de esta manera, se mantiene un equilibrio que respeta tanto su relación como sus carreras.
Para ella, preservar este equilibrio entre su vida personal y su exposición pública es fundamental, ya que desea mantener lo que ha aprendido en sus últimas dos décadas de vida.
Desde el año 2005, Yuyito experimentó un cambio significativo en su manera de ver la vida, y desde entonces ha trabajado arduamente en su paz interior y en un equilibrio que no está dispuesta a perder por la presión mediática o las críticas ajenas.
Se ha convertido en una persona que valora profundamente su bienestar emocional y espiritual, y desea seguir cultivando esa paz interior que tanto le ha costado conseguir. Esta actitud la ayuda a no perder de vista quién es realmente y qué quiere conservar en su vida.
En definitiva, Yuyito se encuentra en un proceso de introspección y ajuste, buscando la manera de convivir con el ámbito mediático sin que este consuma su energía ni interfiera en su felicidad y estabilidad emocional.
Reconoce que el amor que ha encontrado con Javier es una bendición en su vida, pero también acepta que es un reto mantener esta relación intensa en un entorno tan expuesto.
Sabe que aún tiene mucho por aprender y que esta situación la pondrá a prueba, pero está determinada a no dejarse llevar por la negatividad y a seguir siendo fiel a sí misma, protegiendo su paz y su bienestar.
Esta apertura sobre sus experiencias y sentimientos no solo revela la fortaleza de Yuyito, sino también su vulnerabilidad ante un mundo que puede ser hostil y crítico.
La actriz y conductora demuestra que, a pesar de la fama y la atención mediática, sigue siendo una persona humana que valora la transparencia, la accesibilidad y el amor que recibe de su entorno más cercano.
Consciente de que la vida pública y la exposición mediática traen consigo tanto desafíos como recompensas, está decidida a seguir adelante con una actitud de autocuidado, autenticidad y una búsqueda constante de equilibrio entre su vida profesional y personal.