Este lugar icónico no solo ha producido jugadores de calidad, sino también leyendas que han marcado la historia del fútbol.
En los últimos años, una nueva generación de canteranos ha comenzado a destacar en el primer equipo, mostrando una conexión profunda con los colores blaugranas y un compromiso inquebrantable con el estilo de juego del club.
A continuación, exploraremos las historias fascinantes de algunos de estos jóvenes talentos que han emergido desde las categorías inferiores hasta convertirse en piezas clave del primer equipo bajo la dirección de Hans-Dieter Flick.
Uno de los nombres más recientes en ganar protagonismo es Pau Cubarsí. Este joven talento nació en un pequeño pueblo de apenas 200 habitantes llamado Estanyol, en la región de Girona, cerca de Barcelona. Aunque sus primeros pasos en el fútbol los dio en el Girona FC, en 2018, con solo 11 años, llegó a La Masía.
Durante los cinco años que pasó en la academia, no solo evolucionó como jugador, sino que también se convirtió en un líder, portando frecuentemente el brazalete de capitán. Su dedicación y talento no pasaron desapercibidos, y en julio de 2023 firmó su primer contrato profesional con el club.
Sin embargo, su debut oficial llegó en enero de 2024, cuando apenas tenía 17 años, en un partido contra los Unionistas de Salamanca. Este defensa central ya promete ser una figura importante para el futuro del club.
Gavi, por otro lado, es un nombre que ya resuena en todo el mundo. Nacido en Sevilla, sus primeros pasos en el fútbol los dio en el Real Betis, uno de los clubes más grandes de su ciudad.
A los 11 años, en 2015, firmó con el FC Barcelona. Aunque algunos cuestionan su estatus como canterano debido a su paso previo por el Betis, la realidad es que pasó más años en La Masía que en cualquier otro lugar: cinco, para ser exactos.
Su habilidad excepcional lo llevó a debutar en el primer equipo en 2021 bajo la dirección de Ronald Koeman. Desde entonces, se ha consolidado como una pieza clave en el mediocampo blaugrana, destacando no solo por su calidad técnica, sino también por su garra y pasión en el campo.
Otro ejemplo destacado es Marc Casadó, un jugador que, a pesar de haber nacido en Barcelona, tuvo que esforzarse mucho para llegar al club de sus sueños. Comenzó su carrera en el CF Vilamarí, pasando por otros clubes de la región antes de unirse a La Masía en 2016, cuando tenía 13 años.
Su evolución fue constante, y después de ocho años de formación, se convirtió en capitán del Barça Athletic. Aunque no logró ascender a la segunda división con el filial, su talento llamó la atención de Flick, quien lo promovió al primer equipo al inicio de la temporada 2024-2025.
Dani Olmo es un caso especial dentro de esta lista. Aunque muchos podrían pensar que no es un verdadero canterano debido a su reciente fichaje por el Barcelona por una cifra cercana a los 60 millones de euros, lo cierto es que Olmo ya había pasado seis años en La Masía durante su juventud.
Su primer club fue el Espanyol, rival ciudadano del Barça, pero a los nueve años se unió a la academia blaugrana, donde permaneció hasta 2014.
Al no ver claro su futuro en el equipo, decidió probar suerte en la liga croata, donde se consolidó como jugador en el Dinamo Zagreb antes de dar el salto al RB Leipzig y finalmente regresar al Barcelona como una estrella internacional.
Fermín López, otro talento emergente, comparte una curiosa conexión con Gavi, ya que ambos comenzaron su carrera en el Real Betis. Un año después de que Gavi se uniera al Barcelona, Fermín hizo lo mismo en 2016, con 13 años.
Durante siete años se formó en La Masía antes de debutar en el primer equipo en 2023 bajo la dirección de Xavi Hernández. Fermín ha demostrado ser un mediocampista versátil y con una gran visión de juego, lo que lo convierte en un recurso valioso para el equipo.
Alejandro Balde, por su parte, es un ejemplo perfecto de cómo el Barça ha sabido nutrir a sus talentos desde edades muy tempranas. Balde inició su carrera en el Espanyol, pero se unió al Barça con solo ocho años.
Desde entonces, ha pasado 13 años en el club, lo que significa que ha pasado más de la mitad de su vida como culé. A sus 21 años, Balde es una pieza clave en la defensa del equipo, aportando velocidad, técnica y seguridad en el lateral izquierdo.
El portero Iñaki Peña también merece un lugar en esta lista. Nacido cerca de Villarreal, Peña comenzó su carrera en el club de su ciudad antes de unirse a La Masía en 2002.
Desde entonces, ha sido parte integral del Barcelona, salvo por un breve paso por el Galatasaray, donde ganó experiencia como portero titular. Ahora, de regreso en el equipo, Peña se perfila como una opción confiable bajo los tres palos.
Otro nombre que ha capturado la atención del mundo es Ansu Fati. Nacido en Guinea-Bisáu, se mudó a Sevilla, España, a los seis años. Allí, comenzó a jugar fútbol en la escuela del Sevilla FC antes de unirse al Barcelona en 2012, con solo ocho años.
Durante seis años, Ansu se desarrolló en La Masía antes de debutar en el primer equipo en agosto de 2019, cuando apenas tenía 16 años. Su velocidad, habilidad y capacidad para definir lo han convertido en uno de los delanteros más prometedores del mundo.
Finalmente, La Masía ha dado al mundo un talento excepcional en Lamine Yamal. Este joven jugador, bautizado como “el niño de Messi” debido a las palabras del astro argentino, se unió al Barça con solo siete años, tras un breve paso por el Club de Fútbol La Torreta.
Durante ocho años, Yamal ascendió por las categorías inferiores, mostrando un talento descomunal que lo llevó a debutar con el primer equipo a los 15 años, convirtiéndose en el jugador más joven en hacerlo.
Su habilidad para desbordar, su visión de juego y su madurez en el campo han impresionado a todos, consolidándose como una de las grandes promesas del fútbol mundial.
Aunque jugadores como Pedri y Ronald Araújo no son técnicamente canteranos, su impacto en el primer equipo también es notable. Pedri, quien llegó al Barcelona en 2019 procedente de Las Palmas, fue originalmente pensado para jugar en La Masía.
Sin embargo, su calidad era tan evidente que Koeman decidió integrarlo inmediatamente al primer equipo. Desde entonces, Pedri ha sido una figura clave en el mediocampo del Barça, aportando creatividad y control en los momentos más cruciales.
La conexión emocional y futbolística que los jugadores formados en La Masía tienen con el club es evidente en cada partido. Estos jóvenes no solo representan el futuro del Barcelona, sino también la esencia misma de su filosofía: un fútbol basado en el toque, la creatividad y el trabajo en equipo.
Cada uno de estos canteranos ha demostrado, a través de su esfuerzo y dedicación, que tienen lo necesario para triunfar en uno de los clubes más exigentes del mundo.
La importancia de La Masía en el desarrollo del FC Barcelona no puede subestimarse. Más allá de formar jugadores, esta academia inculca valores como la humildad, el respeto y el compromiso, características que se reflejan en el desempeño de sus egresados tanto dentro como fuera del campo.
Con la llegada de Hans-Dieter Flick como entrenador, parece que esta nueva generación de talentos tiene la oportunidad de brillar y continuar la tradición de excelencia que ha definido al club durante décadas.
El futuro del Barça luce prometedor gracias a estos jóvenes que, además de su calidad técnica, sienten los colores del club como propios.
Su pasión, combinada con el apoyo de una estructura sólida como La Masía, asegura que el legado del FC Barcelona como una de las principales fábricas de talento en el fútbol mundial seguirá vivo por muchos años más.