La historia de cómo nació la canción “Piensa en mí” es un relato fascinante que ilustra el poder del destino, la creatividad y la perseverancia en el mundo de la música.
Este clásico, que ha sido interpretado en diversos géneros musicales y por artistas de múltiples países, tiene sus humildes orígenes en un pequeño pueblo de Brasil, en 1985.
Todo comenzó con dos jóvenes amigos brasileños, Douglas Mayo y José Jiro, quienes vivían en Morodan Nov, un lugar perteneciente al municipio de Santos.
Aunque sus ocupaciones principales eran la pintura de casas y la albañilería, compartían una pasión por la música que los llevó a formar una banda de reggae llamada Nova Jimena. Con recursos limitados, ensayaban en su tiempo libre, buscando hacer realidad su sueño musical.
Douglas, en un intento por aliviar la tensión, le dijo en tono de broma: “En vez de pensar en él, ¿por qué no piensas en mí? Y en vez de llorar por él, ¿por qué no lloras por mí?” Estas palabras, dichas espontáneamente, se convirtieron en el germen de una canción. Inspirados por la situación, Douglas y José comenzaron a improvisar con sus instrumentos, y en solo diez minutos, la letra y la melodía estaban listas.
Originalmente titulada “Con destino a la felicidad”, la canción incluía una frase que decía: “Vamos a tomar el primer tren con destino a la felicidad”. Sin embargo, José Jiro sugirió cambiarla, ya que consideraba que los trenes eran poco comunes en su contexto.
Justo en ese momento, un avión sobrevoló el lugar, inspirándolos a modificar la letra por “Vamos a tomar el primer avión con destino a la felicidad”. Este pequeño detalle muestra cómo elementos cotidianos pueden influir en la creación artística.
A pesar de su entusiasmo, la canción no logró destacar en la escena local. Nova Jimena continuó presentándose en lugares modestos sin lograr gran repercusión. No obstante, una actuación en la discoteca Love Story de Santos marcó un punto de inflexión.
Allí, Mario Suárez, un músico local que también buscaba abrirse camino, quedó fascinado con la canción y les pidió permiso para grabarla. Los amigos, conscientes de las dificultades económicas de Suárez, le dieron autorización sin pedir compensación económica.
Mario Suárez adaptó la canción a una balada romántica, pero tampoco logró llevarla al éxito inmediato. Todo cambió cuando Suárez interpretó la canción en el programa de televisión brasileño “Club do Bolinha”.
Ese día, un dúo emergente formado por los hermanos Leandro y Leonardo también se presentó en el programa. Al escuchar la canción, quedaron impresionados y decidieron incluirla en su cuarto álbum.
Los hermanos, que eran agricultores antes de dedicarse a la música, ya habían ganado algo de reconocimiento con sus tres primeros discos, pero aún enfrentaban dificultades financieras.
Con “Piensa en mí”, cuyo título había sido cambiado, lograron un éxito arrollador. El álbum lanzado en 1990 se convirtió en un fenómeno en Brasil, vendiendo más de tres millones de copias y consolidándose como uno de los discos más vendidos en la historia del país.
El éxito de “Piensa en mí” transformó las vidas de todos los involucrados. Douglas y José, los creadores originales, recibieron ingresos significativos por primera vez, lo que les permitió mejorar su calidad de vida.
Leandro y Leonardo se consagraron como artistas de renombre y expandieron su carrera grabando versiones en español, llevando la canción a países de habla hispana, donde también fue muy bien recibida.
El impacto de la canción se extendió más allá de las fronteras brasileñas y de su versión original. Numerosos artistas y agrupaciones realizaron sus propias versiones en distintos estilos, desde baladas hasta ritmos bailables.
Intérpretes como Tormenta, Ray Conniff, Diego Verdaguer y Giovanni Ayala, así como grupos como El Sentir de la Bachata, el Grupo Mojado y Mogambo, contribuyeron a perpetuar el legado de “Piensa en mí”.
La historia de “Piensa en mí” demuestra cómo una idea espontánea puede evolucionar y trascender gracias al esfuerzo colectivo y a las oportunidades que brinda el destino.
Desde su creación en un humilde ensayo hasta su reconocimiento internacional, esta canción es un testimonio del poder de la música para unir a las personas y transformar vidas.